miércoles, 12 de agosto de 2009

16. Ahora él es dejado



Ahora el es dejado en la rivera cansada del mar.
Ahora camina fuera de ella.

Se adentra lejos en el bosque
de pinos y zancudos chupa sangre.
Rodea los pantanos y árboles de hierro.

El ha vuelto a mirar a través del ojo,
del ojo mágico de tu puerta.
Como un águila hasta ti.

Allá lejos se detiene la pupila

Y te observa lentamente
desvistiéndote de tu piel,

de tus manos engrifadas y tus dedos y uñas tan accesibles, 
todas enterradas en el pecho de mi inferioridad.

Sacude las almas.

Destrózalas contra cruces de hormigón.

Sacude las almas y miente nuevamente.

Muerde mis ojos,

muéstrame la realidad
desde tu colmillo,
atraviésale
y empuja tu verdad hasta mí.

Escupe desde
tu agujero.
Escupe tus babosas y arañas,

dales hogar bajo mi piedra

Mi cuerpo y mi corazón,

todos juntos bajo tu cruz de hormigón.


Sacude las almas como polvo añejo.

Sacúdelas hasta el viento sur - poniente.

Elévales y observa cuantas veces se vuelven atrás.

Elévales y obsérvales deseosas de retornar

y baja la cabeza para seguir, 
maldito panteonero.

Calando y calando la tierra
fértil de hueso y carne.
Sacude las almas,

destrózalas contra epitafios de mármol,

pesadas mentiras.

Déjalas volverse y obsérvales nuevamente,

mantén esa tierna sonrisa llena de paz.


Ellos no la tendrán jamás.

Ellos no volverán jamás.


Dime las últimas palabras desde tu muela.

Dímelas fuerte y sin retroceder.

Dímelas y retuerce cada acento
junto a tu lengua,
torciendo el infinito y la esperanza.


Ellos no regresarán,

no volverán si quiera en imágenes,

no volverán si quiera imaginándome,

no volverán a mostrar nunca más,

no volverán nunca más a mostrar

los dientes, los colmillos, las muelas,
la lengua
las manos, los pies,
el tungo y la mollera.
 

 
No volverán nunca
más a confiar.
Nunca nunca, nunca más.




CRaSTiaN MoReNo