martes, 28 de septiembre de 2010

30. y uno.


Uno no se lo imagina, hasta que puede hacerlo, pues lo está viviendo lo está viviendo, lo está sintiendo, comienza a imaginárselo mas intensamente Uno solo no va a ningún lugar, se queda amontonado junto a sus mierdas que le rodean la cabeza y se enreda permanentemente junto a sus mierdas que aparecen en la cornea, con luces ultraviolentas. Uno desea escuchar la voz que le llena y esa voz no está pues no lo desea pues uno es estúpido. Estúpido, imbécil, infeliz, atolondrado, asqueroso y arrepentido, de ser uno. Uno no quiere vivir así los días y los otros días y los días que vengan luego de ellos, de ellas, de esos segundos vacíos sin nadie ni nada más que tú en la mente enredada como serpientes que reptan junto a mi hasta lograr dormir sobre todas ellas, recorriéndome el cuerpo lleno de escamas negras, lleno de odiarme, lleno de aniquilarme. Uno se enfría, se atemoriza, se desenfoca, se pierde, se atormenta angustiosamente dentro de, dentro de, de él, él, que no lleva nada puesto más que ropas llenas de ella, llenas de ella. Uno es uno, uno no tiene nada más que un dos y un tres luego de él. Me voy llenando de algo que me entristece demasiado, mucha vergüenza para tan poco perro, tan poco perro para tanta mala suerte, tanta tontera hecha y desecha que llega como lechuga fresca a servirse de entrada para luego servirme de asado, muy quemado, carbonizado, oscurecido, muy muy oscurecido, me voy, me voy destrozando la mente con toda la basura que vertí sobre mí, sobre ti, sobre ti puedo decir tanto, pero, no estás. Uno es ninguno, espero serlo otra vez, solamente de una manera, a la manera de nosotros, a la manera de ambos, a la manera de dos. Uno, lleno de sol por la espalda, visto de frente.




CRaSTiaN MoReNo.