jueves, 18 de septiembre de 2008

11. Mantenía todas las líneas paralelas...


Mantenía todas las líneas paralelas...

Ella era la más prolija...

Adelantaba todos los pasos y cambiaba de nombre un par de veces al día...

Dejaba los últimos momentos de cada uno para si misma...

Así no se olvidaba de que existía...

Así logró retribuir los gestos y la paciencia...

Con ella y para ella...


Mantenía todos los vidrios limpios...

Parecían no estar...

Parecía que podíamos atravesar la ventana...

Si no hubiera sido por su reflejo a la hora del sol...

Su reflejo albino y sonriente...

Congelado...

Pasando una y otra vez a mi lado y dejando su aroma a crepúsculo...

Su aroma a oscuridad...

A soledad...

A veces a piel blanca...

A veces a cabello negro...

A veces...

No estaba...


Dormía acompañada del resto de la cama...

Dormía mirando hacia la ventana...

Despertaba mirando hacia la muralla...

Llena de fotografías...

Letras...

Voces...

Aromas...


Comenzaba al alba en espera desde la oscuridad...

Caminaba descalza los primeros pasos...

Despertaba nuevamente y recordaba otra voz...

Una voz que nunca floreció...

Una voz que madrugaba antes de su último sueño...

Una voz tan familiar como el resto de los que ya no están.


Recordaba esa voz y dolía un momento...

Y otro lloraba mas adentro.


Rápidamente surgían ideas para salir a caminar...

Rápidamente volvía y se quedaba sentada...

En el mismo lugar que solía desde hace tanto...


Hace tanto que no veía mi Ponciano...

Mi cedrón...

Mi hortensia...

Mi reflejo...

Mi reflejo casi junto a su quillay...


Otra vez vuelve aquel aroma...

Otra vez vuelve a su cama...

Otra vez recuerda que está sola...

Otra vez recuerda que no volveré...


Y ellos tampoco...


Duermen en sus habitaciones...

Que duermen también en el silencio...

Paralelamente a ella...

Paralelamente...

Duermen en sus habitaciones...

Selladas con el temor...

El frío y la soledad...

Paralelas ante su reflejo inolvidable.




CRaSTiaN MoReNo.

lunes, 8 de septiembre de 2008

10. TEN (ESTO ES PARA TI)


Cuatro veces golpeaba para que ellos supieran:

Soy yo, el cartero sin novedades...

Soy yo, el dormilón sin sueños.

Soy yo, el perro que no ladra y no muerde...

Estoy esperando un poco de suerte...

Estoy cantando canciones que no riman...

Estoy asustado de mi sombra.

Cuatro versos para una pieza.

Soy yo, el apostador sin dinero...

Soy yo, la serpiente que no asusta...

Soy yo, la última letra que no es z...

Estoy esperando a que llegues y no llegas...

Estoy esperando a que me entreguen y no lo hacen...

Estoy esperando a que anochezca y acaba de amanecer.

Cuatro para las seis de la madrugada.

Cuatro golpes en la puerta.

Abren tres personas.

Me miran.

Estoy buscando tus ropas bajo mis sabanas violentas.

Estoy saliendo de ellas, arrastrándome.

Es el feroz viento el que me asedia acá abajo...

Me secuestra hasta ahogarme.

En las frazadas de fuego...

En la almohada de fakir...

Son miles de horas transfiguradas...

Todos los relojes desconfigurados

en un horno de fuego lento

de una boca y labios pintados de negro

Donde los carbones son rojos cereza

Una vez, dos veces...

No hay mejor mentira que la preparada

para que te descubran.

Así de simple las migajas van cayendo

en medio de la cancha de rayuela.

Llena de bronce y escombro húmedo.

Sin decir más que brindis...

Sin decir más que salud...

He vuelto de la loma...

He vuelto a buscar tus ropas...

Me he quemado hasta los huesos...

Estoy preparado para que me lleves.

Siento tanto no haber vivido un poco más.

Podrías quemarte tú antes que al aire.

Podríamos llegar a un acuerdo.

Quita tus cadenas de mi cuello.

No me dejen azucenas.

No quiero flores para una piedra...

No quiero lombrices hambrientas...

No quiero lujos para fertilizar la tierra...

Quiero que se olviden de la fosa...

Quiero ser parte de un bosque.

No le cuenten a nadie.

Sólo déjenme ahí.

Enterrada la fiera.

Cuatro versos para una pieza...

Soy yo, el hombre de greda...

Soy yo, el tiempo de espera...

Soy yo, la canción ciega...

Estoy esperando a que llegues y no llegas...

Estoy esperando a que me entreguen y no lo hacen...

Estoy esperando a que anochezca y acaba de amanecer.


Cuatro para las seis de la madrugada...

Cuatro golpes en la puerta.

Abren tres personas.


Me muero.