sábado, 9 de agosto de 2008

04. Y se congelaron las lágrimas en el rostro del hombre de hielo...


Y se congelaron las lágrimas en el rostro del hombre de hielo...
Nada podrá quitarle tanta tristeza de sus mejillas entumidas...
Ni siquiera el viento ha podido arrebatárselas antes de que se queden ahí...

Clavadas...

Así es que:
Permanecerán durante todo el frío invierno...
Durante todo su infierno.

He intentado persuadirle de mil formas...

Él saca de uno de sus bolsillos un manojo de hechos que a cualquiera borraría del espacio y de seguro cada bolsillo está lleno de ellos...

Todos le pertenecen...

Tantas grietas en las que calló...
Tantas oportunidades...
Tantas voces rotas...
Tantas manos ensangrentadas...

Él recuerda...


Él caminaba desesperado la primera vez hasta que encontró su propio antídoto tras amontonar restos de su última huída...

Así se fue evaporando el miedo...

Tras de él la pesadilla constante de torcer vidas ajenas.

Los días se esfumaron junto a cada hoguera de huesos y carne de la que obtenía calor.

Él siempre ha respirado el aire del viento norte...
Siempre.

Ahora vuelve a pensar en aquella noche...
Vuelve a pensar en otros rostros...
Otras lágrimas...

Vuelve a pensar en el infierno que adoptara y que jamás será propio...
Aquel infierno que eligió vivir a expensas de los demás y para los demás...


Todos los bolsillos rotos...
Todas las almas a la hoguera...
Todo el recuerdo en los huesos...

Sigue caminando sin notar diferencias...
Una vez pudimos hablar...
Hace ya tanto tiempo una sola vez...
Hablamos de conducir autitos...
Hablamos de soldaditos de plástico...
Hablamos de alguna pelota de colores...
Hace tanto tiempo que no pensaba en él...


El frío siempre fue su mejor amigo...
El invierno seguirá junto a su infierno adoptivo...
Se ha enamorado de su peor amigo...
Sonríe...

Vaga...
Inspira confianza...
Ahora duelen las lágrimas...
Ahora duele el recuerdo...
El pequeño recuerdo...

Vuelven los ojos a su lugar y vuelve atrás...
Nos alejamos bastante del camino...
Nos sucede muy a menudo, aunque siempre encontramos alguien con quien caminar.
Alguien más a quien robarle toda la tristeza y hacerla nuestra...
Alguien a quien quitarle el recuerdo y hacerlo nuestro...
Alguien más de quien no podamos olvidarnos...

Tú...

Yo...

Ellos...

Todos nosotros...

Él...

Él acaba de volver a la calma...
Él acaba de sonreír en un segundo de distracción.
Comienza a retirarse la lluvia a través de la garúa...
Comienza a rodear el lugar con los ojos nublados y encendidos...
Comienza a rodear el lugar con los ojos...
Vuelven a congelarse las lágrimas...
Vuelven los recuerdos...
Volvemos a encontrarnos.


Una vez más.



CRaSTiaN MoReNo