miércoles, 13 de febrero de 2013

61. Recuerdo un vestido tuyo


Recuerdo un vestido tuyo.

Era de amanecer,
aunque igualmente 
lo lucías de tarde / noche.

Hasta que me encontraste.

Me buscaste y me encontraste.

Humeante, sediento y violento.

Me detuve cientos de veces 
pero:me encontraste y yo
afilé rápidamente mis dientes
y te mordí los besos
mientras me comías la lengua.

Te mordí la garganta
mientras mascabas mis hombros.

Te tomé el ombligo 
con el índice
de la mano del mismo brazo
que te laceara sobre la cadera.

Tú.
Me buscaste y me encontraste
y te arranqué aquel amanecer
aquella tarde / noche.

Tú.
Me buscaste y me encontraste
y no dejé pasar un minuto más
para darte todo el tiempo 
que tú deseaste.

Lacerando nuestras pieles
con el fuego de aquel alba 
que te hiciera noche
llenando de rocío
tus flores estampadas,
tus encajes de telaraña
que cazaban aquellas mariposas
bordadas frente al abismo
que les abriera para despojarles
de su hermoso hogar
rajado por la mitad 
junto al cierre
y aquel pequeño botón

que finalmente cayera

sobre tu piel resbaladiza.



CRaSTiaN MoReNo.